Reflexionando sobre la literatura y estudios que existen sobre el entrenamiento con plataforma de vibración mecánica a la hora de entrenar, me gustaría puntualizar que ocurre en nuestro cuerpo cuando usamos esta herramienta de trabajo ya que son muchas las dudas que nos plantean nuestros clientes, en su mayoría por una mala información.
Según algunos estudios basados en la medicina de trabajo se ha podido considerar que la exposición del cuerpo humano a vibraciones puede ser dañina, sin embargo, hoy en día se ha podido demostrar con revisiones enfocadas al rendimiento deportivo y la rehabilitación lo contrario. Destacadas eminencias dedicadas al sector de la preparación física y la salud certifican que si se trabaja con frecuencias moderadas en amplitudes de corta duración, las adaptaciones que se consiguen en una persona son beneficiosas tanto a nivel deportivo como terapéutico (Dr. Julio Tous y Dr. Gerard Moras, “Entrenamiento por medio de vibraciones mecánicas: revisión de literatura”, efdeportes.com).
La vibración mecánica provoca en nuestro cuerpo contracciones musculares de manera involuntaria, dando lugar a un mayor reclutamiento de unidades motoras y sincronización de músculos sinérgicos. Si planificamos un trabajo sistemático junto con un correcto control de las cargas lograremos numerosas adaptaciones en nuestro cuerpo a nivel neuromuscular y de fuerza.
Desde el punto de vista del rendimiento la plataforma de vibración mecánica contribuye a que se logren adaptaciones positivas, ya que las cargas vibratorias influyen en la mejora de capacidades como la fuerza, potencia, flexibilidad y coordinación, entre otras. Para que me entiendan, “a mayor reclutamiento (implicación) de las unidades motoras, mayor activación a nivel general”, lo que influiría de manera significativa tanto en el desarrollo de la fuerza como en la coordinación de las acciones de los músculos.
Si hablamos de rehabilitación, cuando entrenamos la fuerza de manera exigente aparecen por nuestro cuerpo daños musculares (lo que conocemos como agujetas), las vibraciones mecánicas pueden disminuir de manera significativa estas molestias, por tanto, podemos considerarla como una herramienta de terapia o masajes ya que acelera el proceso de recuperación postentreno en el individuo.
En resumen, si usamos las vibraciones como un complemento en nuestras sesiones de entrenamiento podemos obtener beneficios en los dos contextos, para mí es una herramienta útil que suelo introducirla tanto en el calentamiento, parte principal, como en la vuelta a la calma, teniendo en cuenta el perfil y objetivo.
A la hora de su uso no recomendaría trabajar con embarazadas (puede ser perjudicial para el feto), mujeres con método anticonceptivo intrauterino, personas con cualquier tipo de prótesis (podría desplazarse), con trastornos cardiovasculares, hipertensión y epilepsia, en un estado post-operatorio y ante todo tener claro que las frecuencias y amplitudes de trabajo van desde 25-45 hz /2-4mm, no exponiendo al sujeto más de 30 minutos.
Por último, y no menos importante, ante cualquier duda si estás en la situación antes mencionada o por tranquilidad personal, consulta con tu médico de referencia e informa siempre a tu entrenador de tus circunstancias particulares.
Un articulo escrito por Jacobo Pérez
Por fin entiendo para que sirve la plataforma de vibración mecánica. Felicidades por el post.
Hola Edu, gracias por tus palabras, la verdad es que tenía ganas de escribir sobre esta herramienta ya que transmite dudas a la hora de como trabajar con ella y de qué efectos provoca.
Un saludo y seguir entrenando igual.